Técnica Metamórfica

La Técnica Metamórfica nace a partir de los años 50 de la mano de Robert St. John, un  naturópata que se sentía disconforme con la cura natural en general, porque había comprendido que somos nosotros quienes creamos el estrés que origina nuestras enfermedades.


 En esa época Robert St. John estaba tratando a una niña de 18 meses afectada con Síndrome de Down profundo. No conseguía resultados con la Reflexología y de repente sintió el deseo de acariciar sus pies por el mero hecho de acariciarlos. Mientras lo hacía descubrió que la niña reaccionaba de forma diferente, observó que su mirada se transformaba, que empezaba a tomar consciencia y que se iba serenando. Siguió así durante los siguientes días de tratamiento para observar las reacciones de la niña.
Se dio cuenta que sin él proponérselo, se estaba produciendo una catalización vital en ella.
Es un método vibracional, natural y sencillo, que nos ayuda a recuperar la salud, la alegría y a vivir serenamente y que está reconocida como Terapia Natural dentro de las Terapias y Técnica Manuales.

La forma de aplicar la  Técnica de Metamorfosis, es un toque suave, en los puntos reflejos de los  7 chakras de la columna vertebral que estan ubicados en el arco interno de los pies, y de las manos y en ciertas zonas de la cabeza. El masaje metamorfico, activa los sensores que tenemos por toda la piel, y en el cuerpo eterico que compenetra al  cuerpo físico. Es con el contacto como se produce la catalización, y con ella el despertar de la conciencia.


El efecto del Masaje Metamórfico es placentero, relajante y sin darse cuenta se van produciendo los cambios. El masaje se manifiesta por una transformación en nuestro comportamiento, nuestra forma de ser y por una sensación de bienestar, fluidez y plenitud.
Está especialmente indicada para:
  • Estados de depresión, insomnio, inquietud, angustias, falta de autoestima, inseguridad, obsesiones.
  • Niños con síndrome de Down, autismo, adaptación escolar o familiar, hiperactividad, déficit de atención.
  • Accidentes, traumatismos, parálisis.
  • Interesadas en el crecimiento personal.
  • En momentos de cambio y transiciones.
  • En embarazo, parto, maternidad/paternidad, bebés con problemas de nacimiento.
  • Adicciones a sustancias, conductas o relaciones.
  • Cambiar limitaciones mentales, emocionales, físicas y conductuales.
  • Enfermedades  físicas, mentales y emocionales.